Selva Negra
La Selva Negra (en alemán: Schwarzwald[/ʃvaːrtsvalt/]) es un macizo montañoso con una gran densidad forestal ubicado al suroeste de Alemania, en el Estado federado de Baden-Wurtemberg. En esta región montañosa el pico más alto es el Feldberg con 1.493 m de altitud. Hoy en día se conoce la Selva Negra como un lugar turístico natural.
Una de las teorías alude a que el nombre de Selva Negra puede provenir de los densos bosques de abetos de la zona que dan al paisaje una apariencia oscura. Otra teoría (muy mencionada en la zona) es que fueron los romanos quienes le dieron dicho nombre al denominarla Populus nigra, inspirados tal vez en la oscuridad que caracteriza el tránsito y los caminos por los densos bosques que la pueblan. De las dos teorías esta última es la más aceptada.
La Selva Negra se dirige desde el Dreiländereck (punto geográfico donde coinciden Alemania-Suiza-Francia) y asciende 160 km al norte de Alemania; esta banda vegetal tiene una anchura que oscila entre los 30 y los 60 km. Las principales ciudades son al sur Friburgo y al norte Freudenstadt. Se extiende desde Karlsruhe en el norte hasta Basilea en el sur.
Su origen se encuentra en un horst debido la escisión en dos de un sistema montañoso anterior, por la falla que forma la fosa (graben) renana, atravesada por el río Rin, dando origen al oeste a la cordillera y macizo de los Vosgos -que es el horst paralelo- y al este del Rin, a la Selva Negra.
El río Kinzig marca la frontera entre lo que se denomina el «norte de la Selva Negra» (Nordschwarzwald) y el «centro de la Selva Negra» (Mittlerer Schwarzwald).
Son muy conocidos algunos de los lagos de la Selva Negra, como el Glaswaldsee, el Mummelsee, el Kirnbergsee, el Feldsee, el Titisee y el Schluchsee, que es un lugar muy turístico y se considera ser el mayor pantano de la Selva Negra, con unos 7,5 km de ancho.
Existen diferentes embalses, como el Schwarzenbachstausee, el Wehrastausee, el Witznaustausee, el Stausee Kleine Kinzig o el Nagoldtalsperre que dejan verter sus aguas de forma controlada, regulando de esta forma el contenido hídrico del bosque.
El clima es puramente montañoso, las temperaturas crecen algo en verano y bajan en invierno, pero las diferencias no son relevantes debido a que el bosque regula con eficiencia los cambios de temperatura. Es de destacar el exceso de humedad, dando lugar a que en algunas épocas estivales sea excesivamente húmeda. Los cambios más importantes de temperatura se producen en la zona rocosa.
La primera cartografía de la Selva Negra se puede encontrar en la Tabula Peutingeriana y data del siglo XIV. Los romanos indicaron siempre a la Selva Negra como Marciana Silva, y se denominaba antiguamente como «Selva de la frontera» (etimología del germánico marka, que significaba « frontera »). Verdaderamente se podría decir que los romanos expresaban de esta forma que la selva era ya una frontera natural a su imperio, junto al Limes donde habitaban los Marcomanos ('Gente de la frontera'). Esta población estaba directamente entroncada con el pueblo germano de los Suevos y que con posterioridad llegaron a derivarse de los suabos (Schwaben) y, debido a las fronteras que marca el río Kinzig, se constituyeron los alamanes.
La mayor parte de la comarca cultiva y conserva las tradiciones y costumbres típicas de la Selva Negra. Con motivo de las fiestas o eventos sociales se pueden ver aún hoy a muchas mujeres vistiendo sus trajes regionales con sombreros (Bollenhut) con grandes bolas rojas en sus extremos. Estos sombreros pueden llegar a pesar varios kilos, el color de las bolas (Bollen) suele ser rojo e indica el estado civil de la mujer que lo porta.
La Selva Negra es conocida por sus estaciones termales, como Baden-Baden, Bad Krozingen, Badenweiler, Bad Liebenzell o Bad Bellingen). Las típicas casas de los campesinos con un tejado de faldón característico, la tarta de la Selva Negra (Schwarzwälder Kirschtorte), el jamón de la Selva Negra, el Schwarzwaldwichtel (una especie de duende del bosque), el aguardiente de cereza Kirschwassery los relojes de cuco.
La zona es célebre por los relojes de cuco que antiguamente se elaboraban y se vendían (aunque se atribuye en la actualidad su invención a los suizos), p. ej. en Schonach y Triberg, donde puede verse uno de los relojes de cuco más grandes del mundo (mencionado en el Libro Guinness de los Récords).