Parque del Laberinto de Horta

El Parque del Laberint de Horta, generalmente conocido como Parc del Laberint son un conjunto de jardines históricos situados alrededor de un antiguo palacio perteneciente a una noble familia catalana, la familia Desvalls.

Los jardines, que se encuentran en las inmediaciones del antiguo palacio, que aloja una biblioteca pero se encuentra cerrado al público, constituyen los jardines más antiguos conservados de la ciudad e incluyen un jardín neoclásico del siglo XVIII y un jardín romántico del siglo XIX, claramente diferenciados. Asimismo, dispersos por todo el parque podemos encontrar diferentes piezas escultóricas relacionadas con la mitología griega así como gran cantidad de fuentes, estanques y pequeños surtidores. En el jardín neoclásico además encontramos el laberinto que da nombre al parque, formado por 750 metros de cipreses recortados a la altura adecuada. En el centro del laberinto encontramos una pequeña placita con la estatua de Eros. Justo por encima del laberinto hay un pequeño estanque lleno de monedas que los visitantes arrojan pidiendo deseos, y justo en la terraza superior a la que se accede mediante una escalinata central y unas laterales podemos encontrar dos templetes con columnas de estilo italiano con las figuras de dos diosas griegas, Ariadna y Danae. Una escalera surge de este nivel para llevarnos al tercer nivel donde un busto de Dionisos nos da la bienvenida hasta el pabellón neoclásico que se encuentra al lado de un gran  estanque donde el agua brota gracias a la ninfa Egeria. El resto del jardín, de estilo romántico y por lo tanto posterior, está organizado sobre diferentes parterres y terrazas, con una gran cascada en uno de los extremos. Con zonas mucho más recónditas que en el jardín neoclásico, se cree que el tema del jardín giraba en torno a la muerte en contraposición al neoclásico cuyos elementos primordiales aludirían al amor.

Fueron empezados a construir en el año 1791 promovidos por Joan Antoni Desvalls i d'Ardena, marqués de Llupià y propietario de los terrenos. El diseño del jardín neoclásico corrió a cargo del propio marqués en colaboración con el arquitecto italiano Domenico Bagutti, si bien posteriormente los descendientes del marqués decidieron reformar y ampliar los jardines y encargaron dicha tarea al arquitecto y maestro de obras Elías Rogent.

Los jardines, de carácter privado, fueron cedidos al Ayuntamiento de Barcelona en el año 1967 y después de una serie de reformas fueron abiertos al público en el año 1971. Pueden ser visitados en su totalidad a excepción del palacio, de belleza singular debido a la fusión de estilos neogóticos y neoárabes, que solo puede ser observado desde el exterior y está vallado al público.