Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio

El Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio (en catalán: Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici) fue creado en 1955 y es el único parque nacional español situado en la comunidad autónoma de Cataluña. Está situado en la parte central de los Pirineos repartido entre cuatro comarcas pirenaicas: la Alta Ribagorza, el Pallars Sobirà, el Pallars Jussà y el Valle de Arán, en la provincia de Lérida, abarcando, en su parte central, territorio de los términos municipales de Espot y Valle de Bohí.

Presenta dos áreas: la oriental, de clima continental y regada por los afluentes del Noguera Pallaresa, que alimentan el lago de San Mauricio, y la occidental (Aigüestortes), de clima atlántico de alta montaña y bañada por los tributarios del Noguera Ribagorzana.

La geografía del parque es de alta montaña porque gran parte del territorio sobrepasa los 1.000 msnm, con picos que superan los 3.000 msnm. Abundan los lagos de origen glaciar cuaternario. Destacan, entre todos, dos valles: al oeste el valle del río San Nicolás, con sus característicos prados y meandros de los que proviene el nombre de " Aigüestortes " (aguas tortuosas). Al este el valle de río Escrita con el lago de San Mauricio. Además de los innumerables lagos como el de Sant Maurici o l'Estany Negre (Lago Negro) cuyo color viene dado por las características de sus aguas y un efecto óptico, son símbolo del parque el Encantats (los Encantados) dos picos de casi 3 mil metros de altura separados por una profunda garganta o brecha y cuyas nieves en la cima son casi perennes a lo largo del año.

El parque tiene un gran valor biológico. Los grandes desniveles que presenta originan los diferentes ecosistemas: prados, cultivos y bosques caducifolios en las cotas más bajas, bosques de hoja perenne en las cotas medias, y prados y rocas de alta montaña en las cotas más altas. Dado que desde hace años ha sido un espacio protegido y su acceso relativamente complicado, ha preservado la flora y la fauna en un estado bastante salvaje. Pese a todo, la huella del hombre es inevitable y el parque todavía está explotado por el ganado, el turismo y las centrales hidroeléctricas.

El parque tiene 40.852 ha divididos en dos zonas de protección diferenciadas, la zona interna y la zona periférica. La zona interna es la que tiene la categoría de parque nacional, estrictamente hablando y tiene 14.119 ha. Las 26.733 ha de la zona periférica rodean a la zona interna y están destinadas a crear un nivel de protección gradual entre la parte interna, más protegida, y el exterior. La zona interna se encuentra, íntegramente, en los municipios del valle de Boí y Espot.

Dispone de diversos refugios repartidos por el parque en los cuales se puede pernoctar previa reserva como el refugio de la Restanca o el de Colomers, entre otros y cabe destacar que la fauna y la flora es difícil de observar en otros territorios ya que hay especies endémicas.

Hay que saber que las actividades turísticas están duramente controladas, siendo prohibido el pernoctar en tienda de campaña o el acceso al parque en coches. Se disponen de diversos servicios de taxi 4x4 para el acceso controlado desde diversas entradas del parque y es bueno informarse previamente de las rutas a seguir en el momento de visitarlo, pues el parque es vasto en extensión. También dispone de un teleférico hasta el cual se puede acceder en coche.

En las inmediaciones del parque se conocen distintos edificios románicos de gran interés cultural como la iglesia de Sant Climent Taüll en el Valle de Bohí, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000.