Parque Güell

El Park Güell de Barcelona es un jardín situado en la zona alta de la ciudad, en lo que antiguamente se conocía como Montana Pelada o Colina del Carmel. Dispone de multitud de elementos arquitectónicos de estilo modernista creados por el genial Antoni Gaudí por encargo del conde Eusebi Güell, mecenas y amigo del arquitecto catalán.

El actual jardín, de 17, 18 hectáreas y en su inicio casi desértico, fué totalmente repoblado con especies botánicas autóctonas tales como pinos, algarrobos, encinas, cipreses o palmeras mediterráneas, entre otros. La idea inicial era convertir la colina en una zona residencial de alto standing inspirándose para ello en las ciudades-jardín inglesas de la época, motivo por el cual el parque conserva su nombre del inglés ‘Park Güell’. Gaudí creó los jardines tomando como referencia el Jardin de la Fontaine, jardín ubicado en  la ciudad de Nimes, donde residió en su juventud.

El proyecto, sin embargo, fué un fracaso comercial debido a la Primera Guerra Mundial y por ello tan solo se llegaron a construir dos parcelas, la actual Casa-Museo Gaudí, dónde residió en arquitecto entre 1906 y 1925 y la Casa Trias, propiedad de un prestigioso abogado barcelonés de la época. Fueron construidas la mayoría de las zonas comunitarias del proyecto inicial, las cuales constituyen el conjunto del parque y contribuyen en hacer del mismo un icono artístico a nivel mundial.
Su idea era integrar en la naturaleza todas sus obras, motivo por el cual, todos los elementos del parque sugieren elementos naturales tales como troncos de árboles o estalactitas de cuevas. Predominan las formas onduladas y de geometrías imposibles con la ausencia total de las lineas rectas, marca ineludible del autor. Una de las características que comparten prácticamente todos los elementos del parque son los mosaicos a base de mosaicos de azulejos multicolores o blancos, colocados cuidadosamente mediante la técnica del trencadís, obra de Josep Maria Jujol, fiel colaborador de Gaudí.
Asimismo, sus profundas raíces políticas y religiosas se encuentran presentes en la interpretación de muchos lugares del parque. Gaudí concebió la idea de generar un camino espiritual aprovechando el desnivel de la colina (de unos 60 m) la cual quería coronar con una capilla que finalmente no llegó a construirse. En su lugar, se encuentra el Monumento al Calvario, tres cruces que simbolizan la crucifixión de Jesús y los dos ladrones. Dos de las cruces senalan los 4 puntos cardinales mientras que la tercera, tiene punta de flecha y senala hacia el cielo. 

En la entrada principal, situada en la parte inferior de la colina (Calle Olot) Gaudí construyó dos pabellones de estilo modernista destinados a portería y administración. Se cree que ambos pabellones estan inspirados en el cuento infantil alemán de Hänsel y Gretel. Ambos, de formas sinuosas y con cúpulas paraboloides de trencadís en la parte superior fueron construidos en piedra (mampostería). El pequeno está coronado por una cruz gaudiniana de 4 puntas y el mayor, de tres plantas, por una seta amanita muscaria. En frente de ambos pavellones se encuentran las escalinatas principales y las tres fuentes de bienvenida, donde encontramos al famoso dragón, símbolo de la ciudad de Nimes, del parque y por ende de Barcelona.

En las inmediaciones podemos decubrir dos grutas, destinadas a garajes y cuya particularidad es su peculiar acústica, la cual permite que el sonido viaje a través de las paredes. Sobre la escalinata se situa la Sala Hipóstila, o sala de las columnas que sirve de soporte a la plaza superior y permite que se canalice a través de ellas las aguas pluviales que servirán de riego para el parque. La sala estaba inicialmente pensada para funcionar como el Mercado de la urbanización y su excelente acústica permite que actualmente diversos músicos amenicen la estancia de los turistas. Está formada por 86 columnas de estilo dórico de 6 m de altura y 1,20 m de diámetro. El techo de la sala contiene mosaicos de trencadís que simbolizan las cuatro estaciones del ano.

El punto central del parque es la plaza no asfaltada de 3000 metros cuadrados que descansa en la parte superior de la sala, la cual se encuentra rodeada por un largo banco ondulante recubierto de trencadís que actúa de mirador. A lo largo del parque se pueden encontrar diferentes viaductos de formas peculiares, pensados para el tránsito de carruajes de la época y entre los cuales destacan El Rosario por sus bolas en forma de cuentas de Rosario y el Pórtico de la Lavandera. En el camino del rosario podemos encontrar la Casa-Museo Gaudí, casa disenada y construída por el arquitecto catalán Francesc Berenguer junto con Antoni Gaudí y que serviría de proyecto piloto para construir el resto de casas de la urbanización que nunca llegaron a construirse. Gaudí vivió en ella de 1906 a 1925.

Después de la muerte de Eusebi Güell, el ayuntamiento de Barcelona adquirió el parque a sus herederos para hacerlo parque público inaugurándose en 1922. En 1984 la UNESCO lo incluyó en su listado de Patrimonio de la Humanidad.