Castillo de Montjuic

El Castillo de Montjuic fue una fortaleza militar construida en la ciudad de Barcelona para defenderla de los ataques por el mar y controlar la ciudad desde su altura. Se encuentra en una elevación de terreno cerca del litoral llamada montaña de Montjuïc.

En sus inicios fue una atalaya medieval cuya función radicaba en informar a las embarcaciones mediante señales luminosas a modo de faro. En 1640, durante la revuelta contra el rey Felipe IV, se construyó la primera fortificación que más tarde sería reemplazada por el actual castillo después de la Guerra de Sucesión Española. Su construcción corrió a cargo del ingeniero militar Juan Martin Cermeño. La pequeña fortificación precedente quedó como reducto interior. Formaron el Castillo tres baluartes mirando hacia tierra (Santa Amalia, San Carlos y de la lengua de Sierpe) y un dilatado frontis rectilíneo mirando al mar. Se construyó también el foso, el puente y el ingeniero dotó al castillo de diversas instalaciones de agua potable y saneamiento. En agosto de 1779 se finalizó la obra, tomando el Castillo el aspecto que mantuvo a lo largo del siglo siguiente y que ha conservado con ligeras modificaciones hasta la actualidad. Fue cedido a la ciudad el 6 de mayo de 1960 siendo condicionado como Museo Militar, ya que hasta entonces funcionó como prisión militar.

Durante el régimen Franquista en dicho castillo fue fusilado en 1940, Lluís Companys i Jover, Presidente de la Generalitat en el exilio, entre otros.  Actualmente aún existe controversia sobre dicha cesión, ya que el Ayuntamiento de Barcelona es titular del Castillo pero no del museo que alberga, de titularidad castrense. Actualmente y desde el año 2009 alberga el Ministerio de Defensa.

Es visitado por más de 40.000 personas al año y es escenario de diversos acontecimientos culturales.