Avenida de los Campos Elíseos

La Avenida de los Campos Elíseos, conocida popularmente como simplemente Campos Elíseos, es la avenida más popular de París y una de las más famosas, exclusivas y caras del mundo.

La avenida parte de la Plaza de la Concordia hacia la Plaza de Charles de Gaulle, anteriormente llamada Plaza de la Estrella donde se encuentra el Arco del triunfo. En la avenida se pueden encontrar cientos de tiendas exclusivas, restaurantes de lujo, cafés, cines, teatros así como innumerables castaños. La avenida fue nombrada así por la mitología griega, en dónde los Campos Elíseos, o a veces mencionados como las Llanuras Eliseanas, eran el lugar sagrado donde las sombras de los hombres virtuosos y los guerreros heroicos llevaban una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos.

A menudo se le llama a los 'Campos Elíseos' la avenida más bella del mundo. Cerca de la Plaza de la Concordia la avenida bordea con los Jardines de los Campos Elíseos, unos jardines con innumerables fuentes y impresionantes edificios como el Gran Palacio de París o el Petit Palais en la zona sur de los Campos Elíseos, o la residencia del presidente francés, en la zona norte.

Originalmente, el lugar de los Campos Elíseos era ocupado por campos y un mercado en las afueras del centro de la ciudad. En 1616, sin embargo, la reina María de Médici decidió extender el eje de los jardines de las Tullerías creando una larga avenida yendo hacia el este del jardín. La avenida, que pronto pasaría a ser conocida como  'Grande Allée du Roule' o 'Grand-Cours' había gradualmente ganando popularidad entre los parisinos. En 1694 la avenida fue renombrada como Campos Elíseos. En 1724la avenida fue extendida hacia la colina de Chaillot, conocida como Etóile. No sería hasta 1838 que los Campos Elíseos tendrían la forma actual cuando el arquitecto francés Ignaz Hittorf, creó los Jardines de los Campos Elíseos, añadiendo senderos, farolas y fuentes. A principios del siglo XX, cuando el metro de París acanzó la estación de l'Etóile que el lugar empezó a ganar popularidad atrayendo a numerosos inversores. Pronto el lugar se llenaría de restaurantes, bares, tiendas y hoteles.

La última transición de la avenida la realizó  Bernard Huet en 1994 convirtiendo muchos senderos en zonas peatonales, añadiendo nuevas líneas de árboles y creando un párking subterráneo. Gracias a este último cambio los coches tan solo ocupan la mitad de la avenida.