Plaza de la Fuente de Tarragona
Plaza de la Fuente (Plaça de la Font) está situada donde se encontraba una parte de la arena del antiguo Circo romano de Tarraco. Esto lo convierte en una de las plazas más antiguas del mundo junto con la Plaza Navona de Roma.
Tras diversas destrucciones la plaza quedó abandonada y durante la Edad Media fue recobrando vida gracias a ser utilizada por ganaderos como corral y posteriormente en el año 1363 el arzobispo de la ciudad, Pere de Clasquerí hizo construir un pozo para subsanar las deficiencias de agua que sufría la ciudad. La construcción de 11 pisos de altura y que discurre hasta 47 metros por debajo de la plaza es lo que acabó llamándose 'fuente' y dando nombre definitivo a la plaza, si bien en algunos periodos como en la dictadura española pasó a llamarse Plaza de José Antonio. La plaza fue también usada como mercado municipal.
El edificio más notable de la plaza es el Palacio Municipal o Ayuntamiento, construido en el lugar que ocupaba el convento de Santo Domingo, que alcanzó el aspecto actual entre los años 1861 y 1865, con su particular estilo neoclásico.
Actualmente es un punto neurálgico de la ciudad y uno de los centros de ocio nocturno principales por sus innumerables bares y terrazas.