Palau de la Generalitat de Catalunya

El Palau de la Generalitat de Catalunya es un edificio sede del Gobierno de Catalunya, la Generalitat, situado en la Plaza de Sant Jaume, en el corazón del barrio gótico catalán de Barcelona.

La institución que ha sufrido diversos altibajos a lo largo de su historia, como su abolición a través de los Decretos de Nueva Planta promulgados por Felipe V tras la Guerra de Sucesión, entre diversos ataques por parte de las Dictaduras del Siglo XX, nació en el siglo XIII y perdura en el día de hoy como órgano máximo del Gobierno de Catalunya.

El edificio, que mezcla estilos como el gótico o el renacentista debido a que ha sufrido diversas remodelaciones a lo largo de su historia fue empezado a construirse en el año 1410 bajo la dirección de Marc Safont sobre un edificio existente en el barrio judío de 'El Call', quien construyó también la Capilla de San Jorge, patrón de Catalunya. Posteriormente, hacia 1596, Pere Blai levanta la fachada renacentista, que constituirá la primera de la ciudad en este estilo pero no será la última remodelación que sufrirá el palacio hasta el día de hoy, contando con arquitectos de la talla de Miquel Garriga, Josep Puig i Cadafalch o Joan Rubió i Bellver.

Así, en el interior y el exterior del edificio coexisten diversos elementos góticos como el patio central, su escalinata y las galerías que lo circundan, con un estilo de gótico flamígero muy característico así como la fachada de la calle del Obispo y la de la capilla de San Jorge, obra de Marc Safont. Y por otro lado elementos renacentistas como la fachada principal que da a la plaza de Sant Jaume realizado como un frontis de palacio italiano con gran relación en dimensiones y resolución arquitectónica desde la cual se puede observar la cúpula de Sant Jorge.

En el interior merece la pena destacar la existencia del patio central o galería gótica y la capilla de San Jorge, el Patio de los Naranjos o el Salón de San Jorge, renacentista y construido por Pere Blai con pinturas murales, actualmente todas ellas con reminiscencias militares y religiosas ya que fueron sustituidas las originales por la expresa petición de Primo de Rivera durante su dictadura.

Tan solo puede visitarse el día de Sant Jordi, 23 de abril.