Palacio y jardines de Luxemburgo

El Palacio de Luxemburgo (Palais du Luxembourg) es un edificio de tipo palacio ubicado en el VI arrondissement de París, al norte de los jardines de Luxemburgo y muy cercano al barrio Latino.

El Palacio de Luxemburgo fue construido entre 1615 y 1627 en la zona norte del jardín de Luxemburgo Garden. Dicha construcción fue comisionada por Marie de Médicis, reina regente de Francia y viuda del rey Enrique VI quien había sido asesinado. La reina quería alejarse de las antiguas dependencias reales (dónde actualmente se encuentra ubicado el museo del Louvre) que le parecían demasiado medievales. Así pues encontró esta zona frecuentada por italianos y adquirió el hotel de su amigo, el duque de Luxemburgo que contenía a su alrededor diversas hectáreas de parque y lo reconstruyó con reminiscencias al palacio Pitti, de Florencia, el palacio florentino donde pasó su niñez.

Las obras, en su inicio, fueron llevadas a cabo por el arquitecto Salomon de Brosse quien basó su proyecto en los palacios franceses de la época, con un edificio principal flanqueado por dos alas adyacentes y un gran jardín en su parte delantera. En su interior la reina hizo acopio de numerosas obras de arte para seguir con la tradición de mecenas de su familia. Así, Rubens, entre otros pintores destacados realizaron pinturas para la reina, las cuales fueron motivos de decoración del palacio hasta que éste fue abierto al público a modo de museo en el año 1750. Actualmente las trece telas del pintor holandés pueden ser visitadas en la sala de Rubens del museo del Louvre.

Desde su existencia, no obstante, ha sido remodelado en numerosas ocasiones, e incluso durante la Revolución Francesa fue usado a modo de cárcel o durante la Segunda Guerra Mundial como cuartel general de la Luftwaffe, la aviación alemana que había tomado Francia. Actualmente aloja la sede del Senado francés. Entre todas las remodelaciones destaca la de Jean Chalgrin por ser el diseño que corresponde en su mayor parte al actual palacio.

Los Jardines de Luxemburgo, que rodean al palacio con una extensión de 22,45 hectareas son de los jardines privados abiertos al público más grandes de la ciudad. Se respira tranquilidad y destacan por sus zonas de juegos para niños, entre los que resaltan la existencia de un guiñol y un teatro o zonas en las que los más pequeños pueden montar ponys o burros. También dispone de una Orangerie del siglo XVIII y diversos invernaderos.