Museo Británico - British Museum

El Museo Británico, más conocido como British Museum, es un museo de la ciudad de Londres. Su variada colección abarca desde las civilizaciones egipcias hasta piezas de los últimos siglos. Se trata fundamentalmente de un museo de piezas antiguas agrupadas según la civilización a la que pertenecieron.

Su colección de Egipto es la mayor del mundo justo detrás del Museo Egipcio de El Cairo. Dentro de la misma podemos observar diversas momias, sarcófagos y la piedra Rosetta, piedra que permitió descifrar los jeroglíficos egipcios. Otra colección importante y también controvertida, es la colección de los mármoles de Elgin, una colección de frisos y estatuas que en el pasado pertenecieron al Partenón griego y los cuales llevan años siendo reclamados por el país de origen por considerarlos un expolio.

Otras colecciones importantes incluyen el Tesoro Mildenhall, que contiene una vajilla del siglo IV en plata, la copa Warren, una controvertida copa de la civilización romana con figuras de actos eróticos homosexuales o el hombre de Lindow, un cuerpo de hace 2000 años que fue preservado gracias a los ácidos de una turbera de Cheshire y que perteneció probablemente a la cultura celta.

El museo está ubicado en un edificio neoclásico obra del arquitecto Robert Smirke. Fue construido entre 1852 y 1857, finalizando con la Sala de estudio, una sala circular. La fachada principal dispone de diversas columnas y un frontón con grupos escultóricos obra de Richard Westmacott.

Posteriormente el edificio ha sufrido remodelaciones y ampliaciones, algunas de ellas bastante significativas. Así pues, en el año 1938, el arquitecto norteamericano John Russell Pope diseñó la Sala Duveen que muestra la colección del Partenón, si bien tuvo que ser reconstruída en el año 1962 debido a que fue bombardeada durante la II Guerra Mundial. Por otro lado, en el año 2000, Norman Foster construyó el Gran Atrio de la Reina Isabel II ubicado en el centro del museo y cuyo techo se encuentra construido en cristal y acero. En el mismo se encuentra también la sala de lectura, que en un pasado alojó la Biblioteca Nacional, actualmente con sede propia.