Las Termas de Caracalla

Las Termas de Caralla (Terme di Caracalla en italiano) o Termas Antoninas fueron unos baños públicos de la ciudad de Roma. Se encuentran localizados en la Regio XII Pisicna Publica en la ciudad de Roma. El agua de las termas procedía de un acueducto romano, el Aqua Marcia.

Los baños públicos fuieron construidos durante el reinado del Emperador Marco Aurelio Antonino Basiano, también conocido como 'Caracalla', durante los años 212 y 216. Su estilo era el clásico de la Roma imperial, con una monumentalidad e ingeniería admirable en esa época dorada de las artes y la arquitectura. En el interior del edificio, justo traspasada la puerta de entrada, había una serie de habitacioens destinadas a vestuarios (apodyterium) antes de llegar a la palestra, la habitación destinada a gimnasio, un patio sin cubierta con rodeado por pórticos y con el suelo de mosaicos de ivos colores. Justo al lado de la palestra se ubicaban una serie de habitaciones de masaje y relax. Probablemente también una biblioteca, aunque no se ha podido dilucidar. En un complejo adyacente, denominado calidarium se encontraba la sauna y la gran piscina de aguas termales. Cerca de esta otra gran habitación o frigidarium contenía la piscina de aguas frías. Desde el caldarium se pasaba al tepidarium, en donde se encontraban dos grandes bañeras a ambos lados. En el centro del edificio estaba ubicada la basílica, cubierta por tres grandes bóvedas de crucería, soportadas por unos imponentes pilares. La natatio era la última estancia a la que se podía acceder. Alrededor de las termas y las habitaciones de masaje se podian encontrar las diferentes pistas para la práctica de deportes outdoor.

El interior del edificio, lleno de alcobas y serpenteantes pasillos, se imagina misterioso a la vez que magnífico. Se encontraba ricamente ornamentado con estatuas, esculturas y mosaicos algunos de las cuales aún pueden observarse, si bien muchos de ellas a una cierta distancia con el fin de no dañar el patrimonio. La más importante de todas es quizá el Toro Farnesio, una monumental escultura tallada en un solo bloque de mármol y que fue encontrada en las excavaciones llevadas a cabo en 1546 por el Papa Pablo III, con el fin de encontrar elementos decorativos para su residencia romana. Actualmente dicha escultura se puede visitar en el Museo Arqueológico de Nápoles. De hecho, la inmensa mayoría de obras encontradas en las termas fueron trasladadas a los Museos del Vaticano y Nápoles con el fin de ser preservadas. Cabe destacar que muchas de las piscinas y bañeras de mármol  encontradas también se diseminaron por la ciudada de Roma usándose como fuentes, hecho que ha dejado más desprovisto si cabe el conjunto de las Termas de Caracalla. También el complejo disponía de diversos hornos para calentar las aguas que probablemente eran manejados por mano de obra esclava. En su parte exterior las termas se encuentran rodeadas de árboles y arbustos.

Los baños permanecieron activos hasta el siglo VI, siglo en que las invasiones de ostrogodos provocaron la demolición de la gran mayoría de los acueductos romanos.

El conjunto de las termas está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y es un excelente lugar para alejarse del mundanal ruido de la ciudad y viajar en el tiempo.